Nos pesa volver a la rutina
como a Pedro y sus compañeros.
El Tabor es como esa expresión más pura del deseo humano: quedarse en lo seguro.
Salir de la intemperie
dejar atrás la intranquilidad
reconocer lo conocido.
Una tienda como símbolo del gemido del corazón intranquilo que busca la tranquilidad.
Moisés y Elías,
Jesús luminoso.
Palabra nubosa.
El Tabor de Jesús y nuestro Tabor.
¡Que bien estar aquí!
Allá abajo las caravanas siguen hacia Jerusalén.
Tú, Jesús, no puedes ir. Hay muerte más allá.
La cruz en el horizonte y el horizonte crucificado.
El Tabor y nuestro temor.
Temor y tiendas, tiendas y cruz.
Tabor en camino cuaresmal.